viernes, 9 de noviembre de 2007

El CEHA regalará libros de Blas Infante a Jiménez Losantos

Jiménez Losantos presenta a Blas Infante como un integrista cercano a AlQaeda
Manuel Ruiz Romero, portavoz del Centro de Estudios Históricos de Andalucía ha anunciado la intención de este colectivo de enviar bibliografía de Infante al citado locutor que, si bien no tiene reparo alguno en jactarse en antena de que escribe libros a diferencia de otros profesionales, ha manifestado en el día de hoy el más profundo desprecio intelectual por alguien que ni siquiera ha leído.

Desde el CEHA se considera que el periodista ha desdibujado y convertido al notario precursor del nacionalismo andaluz en un musulman integrista y un pro marroquí gratuito, cuasi identificado con Bin Laden, enemigo del catolicismo y un violento racista ante todo lo que no fuese de esta tierra.

Más bien puntualiza Ruiz Romero, su admiración por el mundo árabe a partir de Al-Andalus, su convencimiento de que la conquista castellana es el origen del latifundio como raíz del gran problema de la tierra para Andalucía durante siglos: el latifundio, su interpretación de que la llamada reconquista fue en realidad una guerra civil; su inquietud por la trascendencia espiritual que incluía la lectura de los místicos españoles del Siglo de Oro; el carácter noviolento, multicultural, integrador y cívico de su nacionalismo, o su admiración por cuanto de andaluz aún pervive en el Norte de Africa gracias a los moriscos… por poner algunos ejemplos, no le hacen merecedor de esa imagen.

El colectivo desea salir así al paso de las descontextualizaciones manipuladoras que el citado intelectual ha realizado intencionadamente sobre el que fuera reconocido tanto por el Parlamento de Andalucía (abril 1983) como por el Congreso de los Diputados (noviembre 2004):
Padre de la Patria Andaluza

Lo que está claro- añade Manuel Ruiz-, es que estas polémicas resultan insignificantes para los andaluces y que más bien, son cortinas de humo que pretenden ocultar otros problemas que esta tierra tiene: Valga por ejemplo la cuestión de las elecciones separadas, la declaración del flamenco como patrimonio de la Humanidad, la necesidad de crear una Policía autonómica que proteja nuestro patrimonio, … e incluso la propia difusión del mensaje de Blas Infante dentro de la asignatura de Educación para la Cuidadanía ya que hay porcentajes en esta asignatura que marca la Comunidad Autónoma

Como historiadores e investigadores, el CEHA reclama derecho de réplica en el mismo programa matinal de la COPE donde se han emitido dichas interpretaciones, y emplaza a Jiménez Losantos a dialogar públicamente ante la audiencia sobre la vida, obra y legado de Infante.

La importancia de un hombre normal: Blas Infante para ignorantes

Autor: Manuel Ruiz.

Centro de Estudios Históricos de Andalucía





A Infante no hace falta que lo proteja nadie. Se defiende sólo. Aquí lo preocupante es que políticos en ejercicio, alguno europeo, utilicen la palabra “subnormal” con desprecio, o cuestionen un Estatuto de Autonomía reformado como Ley básica en vigor. Que nos llamen cretinos a todos los que nunca alcanzaremos un escaño. Incluso, porque los primeros denigrados de esa altanería y falsa suficiencia son, en primer lugar, sus propios compañeros de partido en esta tierra.


Por extensión deberíamos poner cara de “bobos” los habitantes de una ciudad como Sevilla que nombró por unanimidad Hijo Adoptivo a Infante en el 2005. Quizás los andaluces seamos los “más tonto de Europa” porque le nominamos como Padre de la Patria desde el Parlamento de Andalucía en abril de 1983, incluso, más recientemente, la Cámara volvió, en noviembre del 2004, a llamarle Presidente de honor de nuestra autonomía. Y qué deberíamos de pensar cuando a esos honores también se une en el 2002, idéntico reconocimiento por parte del Congreso de los Diputados.


Siempre la ignorancia fue atrevida, y resulta todo un honor la vana osadía si procede de quienes están fuera de parámetros constitucionales. Sabiendo como piensan, revalorizan al personaje y subrayan el tributo de los andaluces (Aunque cabe decir también que, las informaciones que fluyen por la red sobre el notario Coria son contradictorias y la Fundación que lleva su nombre algo debería de hacer). Y para ilustrase, ahí queda un amplio panorama con alrededor de un millar de referencias bibliográficas científicas que avalan el eco de su vida, obra y pensamiento (su “payasada” y la de su “pandilla”). Pero no nos precipitemos por frivolidad. Detrás de las virtudes y defectos de una persona de a pie, se esconde cuanto menos alguien digno de conocer y respetar: Como debe serlo todo aquel que muere por sus ideas y le condenan a muerte cuatro años después, aunque, despreciando su herencia, no falta quienes le rematan cuando pueden.

Su opción personal, profesional y pública por los más desheredados de esta tierra –jornaleros-; su apuesta por un autogobierno andaluz pleno (tres poderes clásicos); su renuncia a la vía electoral y articulación de su Ideal Andaluz mediante un partido político; su romanticismo en cuanto no buscaba fieles o meros votantes, sino andaluces de conciencia,… le separan activamente de todo proyecto político convencional. De toda práctica política a la que algunos conciben como una profesión. Objetor, si cabe, al cómodo estatus notarial que conquistó por méritos propios desde sus 22 años.


Infante, desde su convencida necesidad de un modelo cooperativo para el Estado abogó por una nueva percepción de Andalucía. Su nacionalismo, es un buen exponente de que el concepto no es necesariamente identificable con secesionismo, ni con un Estado propio. Aspira a la construcción de un pueblo sobre la base de la reivindicación de un concepto de soberanía compartida, y de un autogobierno inmerso en un profundo sentido del regeneracionismo que nunca abandona a través de una herramienta política: la autonomía.


Más bien, lo que caracteriza su anticipativa visión sobre nacionalismo no es la adopción de un determinado proyecto político, sino una forma peculiar de justificar ese proyecto, de analizar el camino al mismo. Por eso su concepción no es de fronteras, de Estado, o excluyente. Muy al contrario: se presenta como multicultural, humanista, noviolento, solidario, antropocentrista y cívico. Pero sobre todo, esa propuesta para Andalucía, también deseada para otros pueblos del Estado, parte de un nuevo concepto de patriotismo inserto en una España plural en lo cultural, lingüístico y político, lejos de esa visión rancia y añeja a la que muchos, aún hoy, quieren vincularse.


Ahora que necesitamos superar los vicios y perfeccionar las reglas de convivencia, Infante significa un referente para la moralización de la vida pública, la organización, la dignidad y la militancia por Andalucía. Lo dicho: se defiende sólo. Un servidor sólo recuerda; porque no hay más imbécil que el que no quiere saber y tiene la lengua más despierta que su sed por aprender.